Que un acto quede perfecto en una celebración o evento corporativo, a veces se convierte en un reto para los organizadores y exige una buena planificación previa desde el minuto uno del acuerdo con el cliente.

Lo más importante en la toma de contacto es darte cuenta de qué es lo que los clientes quieren transmitir a sus familiares, o en el caso de reunión de trabajo, a su equipo. Evidentemente, no es lo mismo la organización de una boda familiar que de unas jornadas empresariales, pero ambas tienen algo en común desde el punto de vista organizativo: La anticipación.

Y con esto me refiero a captar los deseos del cliente y anticiparte a todas sus necesidades. Esa es la clave que predeterminará el éxito de la culminación de un buen evento. De este modo, damos una seguridad al cliente de que ese día especial queda en las manos adecuadas y depositan en ti toda su confianza. También así conseguimos poner toda nuestra creatividad y buen hacer al servicio del evento.
Lo demás es trabajo, planificación, cercanía, elaboración de presupuestos adecuados, buena metodología, observación de los detalles y prudencia. Todo ello hace que tengamos una visión global del evento que dará buenos frutos, sin perder de vista que lo más importante para nosotros son los deseos de nuestro cliente, o sea, la finalidad con la que se celebra el acto.

Este es el método de trabajo en nuestro hotel: Hacer de nuestros eventos, experiencias inolvidables y exitosas para nuestros clientes y que deseen repetir y vuelvan a nuestras instalaciones.
Afortunadamente, contamos con todo lo necesario, comenzando por diferentes espacios que casan perfectamente con los distintos tipos de eventos que queramos realizar; personal cualificado para organizar cada tipo de acto; material audiovisual e imprenta; y servicios complementarios como cocina propia. Todo ello dentro de un imponente edificio renacentista del siglo XVII como es este magnífico Hotel Palacio de Úbeda 5*GL.